¿De qué se trata?


Llegó "tirame un centro"!!! un blog para el segundo año de Psicopedagogía del CESU Marcos Sastre. La idea del blog es que quienes se encuentren cursando o hayan cursado materias correspondientes al segundo año de la carrera pueden subir info, apuntes, RESÚMENES!!! datos, o cualquier otra cosa que pueda ser de utilidad para quienes cursamos la carrera...
"Tirame un centro" busca dar una mano para que la cursada y el estudio sean un poco más livianos! dale! que esperas? arrancá!!!! TIRANOS UN CENTRO!!!

sábado, 13 de noviembre de 2010

Trabajo de Observación de "Juego en niños", cómo mechar teoría y práctica.

Trabajo de observación de Juego en niños


Realicé este trabajo de observación de juegos en niños, guiándome más allá de lo visto y experimentado, con los distintos textos y autores citados por la cátedra y otros textos buscados por mi cuenta, sacados de la biblioteca de mi barrio, que me parecieron sumamente interesantes.
Opté por diferentes tipos de observación. Por un lado observé a mi sobrina que está cercana a cumplir los 3 añitos y por otro lado, aproveché a observar a niños en el jardín de infantes del colegio en el cual trabajo por las tardes. De esta manera podía tener más amplitud al momento de fusionar teoría y práctica, pudiendo así indicar distintos conceptos y situaciones, como soliloquios y juegos en grupo o de roles.




Observaciones

Sofía Belén Segatori, Nacimiento: 13/10/07.

Sofi es mi sobrina e ahijada, la luz de mis ojos, mi princesa. Tenemos una relación muy linda, la veo casi todos los días, cuando paso un rato por la casa de mis padres, ya que mi hermana, su mamá, junto con el marido y Sofi, viven al lado de la casa de mis papás.
Así que escribo una fecha aproximada, ya que el verla a ella es algo cotidiano y siempre estoy al tanto de lo que le gusta y a qué juega.
Es una alegría inmensa compartir tiempo con ella, porque es muy demostrativa, expresa con gritos: “Tía, tía”, cuando me ve llegar, inclusive antes de verme sabe que llegué, ya que reconoce el sonido que hace la alarma de mi auto. Entonces se asoma por la ventana, me saluda y espera a que entre para darme un beso…Es muy graciosa!!!!!!!. Cariñosamente yo siempre le digo “Mi lechona bella”, porque tiene unos cachetes preciosos y gorditos, que te dan ganas de comértelos.



Observación Nº 1: Martes 24 de agosto; edad: 2 años, 10 meses y 9 días.

Me encuentro en el patio de la casa de mis papás y está Sofía con el abuelo, al cual ama incondicionalmente e idolatra todo el tiempo. Él siempre está disponible para jugar con ella y la pasan bomba. Es una mañana soleada, así que aprovechan para estar en el


parque. Mi papá, comienza a regar las plantas mientras Sofía está a sus anchas, disponiéndose a jugar con su juguete favorito…su perrito. Yo miro el cuadro y pienso. “cómo tiene que quererla este animalito para soportarla”, porque literalmente lo vuelve loco. Lo corre, lo persigue, lo abraza, lo agarra de la trompa, lo besa, le grita, conversa con él. Te habla del “Poti”, aunque uno mucho no le entiende todavía. También lo imita como hace con la lengua y te lo hace en la mejilla junto con la onomatopeya del caso!!!!.
Lamentablemente este año Sofi no pudo comenzar el jardín, debido a que mi hermana tuvo un accidente en su pierna que le impidió a fines del año pasado, comenzar con el proceso de enseñarle a su hija, como pasar de los pañales a ir al baño solita. Por ello, recién ahora que mi hermana logró reponerse hace un tiempito de su rodilla, comenzará con el tema. Supongo yo que al no tener un contacto fluido con niños de su edad, el lenguaje tarda más tiempo en desarrollarse, por eso espero con ansias el primer día del jardín de Sofi, que será todo un acontecimiento, sin duda!.
Luego de que el Poti le gruñera y le tirara algún que otro tarascón, para que lo dejara en paz, la llamamos con su abuelo para que juegue con otras cosas.
Tiene un arsenal de muñecos, juegos de mesa, rompecabezas, carritos y muchos cosas más.
Pero a pesar de toda la cantidad de juguetes nuevos y viejos, ella prefiere por sobre todos (fuera del Poti, obvio), la pelota.
Puede pasar horas indicándote como debes atajar la pelota violeta de puntitas, porque es “esa” pelota. Ella es la jugadora y vos sos el arquero, no hay otra posibilidad. Le encanta que le festejes los goles, alzando las manos y gritando: “Biiiieeeeeeeeeeeeeenn”, sinó lo reclama. Pueden cambiar los jugadores, pero no los roles.
Luego entramos a la cocina para almorzar. Ella se sienta en su sillita ya destartalada, nos mira y se ríe. Hoy hay ñoquis y a ella le encantan las pastas, así que come contenta, porque sino es una lucha darle de comer. A su derecha se encuentra el abuelo, como siempre y a su izquierda, me senté yo. Ella necesita tocar, acariciar y sonreírle al que tiene a su lado, mientras come. Conversa un montón, se le entiende a veces mas, a veces menos, lo que quiere expresar. Pero a medida que pasa el tiempo, ciertas palabras se vuelven más nítidas y todos nos alegramos por los avances.



Observación Nº 2: Sábado 11/09/10; Edad: 2 años y 11 meses.

Hoy acompañé a mi hermana Nancy y a Sofía a su paseo por la plaza. Hacía mucho tiempo que no iban, entonces cuando Sofía vio la calesita se desesperó por ir. Mi


hermana me comentaba que las últimas veces prácticamente no se mostraba interesada, sólo daba una vueltita y con ella, sola no.
Hoy dio 10 vueltas y lo significativo es que por primera vez se animó a subir sola.
Estuvo experimentando esa sensación de independencia, de exploración; ya que en todas las vueltas cambiaba de lugar y de bichito en donde sentarse. Saludaba felizmente cada vez que nos veía aparecer.
Luego, estuvo en el arenero y socializó con una nena. Estuvieron jugando con baldecitos y palas. Llenándolos y vaciándolos, también intercambiaban palabras.
Más tarde en su casa, se dispuso a jugar a muchas cosas. Está un rato con algo, pero necesita cambiar de juego y te trae todo el repertorio: la cajita con los bloques para construir torres, los rompecabezas, el micrófono a pilas y te hace cantar para reirse de vos. Jugó un rato con los bloques e hizo unas torres muy altas, ya sabe que pieza encaja con otra a la perfección. También sacó sus rompecabezas de 4 piezas cada uno e intentó armar alguno. Ese juego le cuesta más, pero con un poco de ayuda, lo va logrando y te cuenta quien aparece: la oveja, la vaca, el zorro. De repente, aparece con el carrito y el bebé, le da la mamadera y dice: ¡Qué lindo el bebé! Y lo pasea corriendo. Le gusta compartir sus juegos, que vos participes, o el que este ahí.
Mi favorito es el memotest a pilas. Es una valijita con 20 dibujitos de distintas categorías, que si los presionás hacen el sonido correspondiente al dibujo. También cuenta con otros 2 botones; uno hace el sonido de cada cosa para que vos toques en el dibujo que corresponde y el otro, te pregunta qué es el sonido que aparece….y ella los sabe todos!!!!!!!!, eso me pareció increíble, su memoria.
Eso sí, ella dirige todo, muy egocentrista. Cuando los grandes se ponen a charlar y por un momento no le prestan atención, se pone a hacer algo para que la mires. Se pasea, te muestra la ropa, desfila, se empieza a reír a carcajadas. Cualquier cosa para llamar la atención.
Se hizo de noche y comimos asado. Le encanta la carne y chupar el huesito, hacer ruidos de perro y obviamente terminar de comerlo, así se lo da a su “Poti”.
Yo la miro y no puedo creer que nunca se canse.
Es muy cariñosa, te abraza, te besa y cada vez que me voy me pide que la lleve a dar una vuelta en el auto. Le encanta subirse y que la lleven a pasear.
Suele hablar mucho y sola (soliloquio) pero también pretende establecer un diálogo. Le gusta cuando la llevo a pasear y pongo música en el auto y nos empezamos a mover como si estuviéramos bailando. Si me olvido de prender el estéreo, ella me lo recuerda.





Observación de sala de 2 años, Colegio:”El jardín de Dailan Kifki”

Día miércoles 22/09/10, por la tarde, en el parque del colegio.

Observé en mi hora libre como los pequeños realizaban su esparcimiento en el parque, donde hay diferentes espacios y juegos en donde desplazarse. Es un espacio grande (arenero) donde hay toboganes, casita de madera, un botecito grande donde entran varios niños a la vez, otra construcción como una torre. Diferentes formatos para que investiguen. Observaba que había 2 docentes que charlaban entre ellas y dejaban a los niños hacer su propio recorrido. Noté que cada uno estaba en su mundo, no socializaban prácticamente, sólo un poquito los que estaban compartiendo el botecito. Si bien se veía que algunos formaban grupitos, así y todo no se comunicaban verbalmente, por momentos en forma gestual, aunque su juego era mas bien solitario.
Algunos estaban con los baldecitos y las palitas juntando arena; otros arrojándose por los distintos toboganes; otros en la casita, algunos trepando, varias nenas con su muñeca, atendiéndolas, arropándolas o dándoles la mamadera; algunos tenían bloques e intentaban armar algo.
Se los veía muy tranquilos, disfrutando de la hermosa tarde de sol y de sus juegos. Me llamó la atención su paz y que no dialogaran mucho, cada uno estaba en lo suyo.
Más tarde comenzaron a jugar con unos autitos plásticos, donde uno iba “conduciendo” y otro empujaba. Varios copiaron el modelo y en breve había 4 autitos que parecían formar un tren, porque iban uno detrás de otro y los chicos se reían muchísimo. El que iba “manejando” hacia maniobras muy acertadas para no chocarse con nada a su alrededor. Fue muy divertido!!!!!!!!!, eso rompió un poco con la monotonía, pero así y todo no dialogaban, se entendían.



Relación Teoría – Práctica

Las edades elegidas para este trabajo corresponden a la etapa de Piaget donde predomina el pensamiento simbólico y comienza el lenguaje articulado. Es un periodo de transición entre la autosatisfacción y la conducta rudimentaria socializada, como he podido observar. No hay amplia socialización todavía aquí, se comienzan a establecer vínculos.



Investiga su ambiente y las posibilidades de actuar en él. El adulto y el niño no poseen un marco común para comunicarse. El contenido del pensamiento es fundamentalmente preconceptual. Percibe sus mundos físico y social según sus experiencias, supone que todos piensan como él y no se esfuerza por expresar sus sentimientos y pensamientos. Con el lenguaje opera un cambio significativo, porque comienza a simbolizar, las palabras son símbolos.



La asimilación continúa siendo su tarea suprema, pues de lo contrario no podría incorporar las nuevas experiencias que lo conducirán a una visión más amplia del mundo. El juego sirve para consolidar y ampliar sus adquisiciones anteriores.
El juego con su énfasis en el “cómo” y el “porqué”, se convierte en el instrumento primario de adaptación; el niño transforma su experiencia captada cotidianamente en juego. Hay utilización de símbolos propios. Estos dependen de la posibilidad de sustituir y representar una situación vivida por una supuesta.
El símbolo implica la representación de un objeto ausente. Se basa en el simple parecido entre el objeto presente, que juega el papel significante, y el objeto ausente, que es el significado. Por ejemplo, Sofía a veces hace que toma algo, como si tuviera un vaso, cuando tiene sed y así satisface su necesidad.
Posteriormente aparecen los juegos de imitación de conductas llevadas a cabo por otros. Sofía hace como si telefoneara y conversa con alguien que no está, imita al perro, ladrando y poniéndose en 4 patas.
El juego simbólico obra durante la primera infancia como catarsis y a yuda a restablecer el equilibrio afectivo alterado.
El pensamiento y la razón en el niño de dos años es totalmente egocéntrico con predominio de la autorreferencia. Comienza a pensar en términos de relaciones y establece su propio criterio de causa y efecto.
El proceso de identificación es muy común; el niño se siente cerca de los que satisfacen sus necesidades o intereses inmediatos.
El pensamiento simbólico del niño sigue una serie de propiedades, tales como: transducción, hacen implicaciones aunque no haya relaciones entre dos hechos; yuxtaposición, que es reunir las partes sin relacionarlas y sincretismo, que es la concentración de un todo de una experiencia, sin relacionar el todo con las partes; centración, fijación en un aspecto de cambio y representación estática, incapacidad de manipular representaciones mentales con rapidez y flexibilidad ; egocentrismo, que es una distorsión de la realidad para satisfacer la actividad y el punto de vista del niño. Es


la primacía de la autosatisfacción sobre el reconocimiento objetivo. Se trata de un mecanismo inconsciente, siendo en esencia, resultado de una nula diferenciación entre lo subjetivo y lo objetivo.
Para Piaget, el juego se distingue del acto intelectual más por su finalidad que por su estructura. Es un fin en sí mismo.


Según Freud, los niños repiten en sus juegos todo lo que en la vida les ha causado una fuerte impresión, descargando de esta manera la energía de la misma. Asimismo hay un
deseo dominante que influye en todo juego infantil: el deseo de ser grande y poder hacer lo que hace la gente grande.
El juego es una actividad simbólica que permite al niño renunciar a una satisfacción instintiva, haciendo activo lo sufrido pasivamente, cumpliendo una función elaborativa al posibilitar la ligazón de las excitaciones recibidas.
Al jugar, el niño desplaza al exterior sus miedos, angustias y problemas internos, dominándolos mediante la acción. Repite en el juego todas las situaciones excesivas para su yo débil y esto le permite, por su dominio sobre objetos externos y a su alcance, hacer activo lo que sufrió pasivamente, cambiar un final que le fue penoso, tolerar papeles y situaciones que en la vida real le serían prohibidos desde dentro y desde fuera, y también repetir a voluntad situaciones placenteras.



Según Klein, mientras el pensamiento puede revestirse de palabras, no sucede así con las emociones. En los niños los pensamientos y fantasías se expresan en el juego, y el afecto se manifiesta más intensamente y abiertamente que en los adultos. Un niño pequeño entiende mucho más de lo que puede expresar en palabras; su forma de hacerlo es principalmente a través del juego.
Detrás de toda actividad lúdica, yace un proceso de descarga de fantasías de masturbación operando como un continuo impulso a jugar, es un mecanismo. Por medio del juego el niño transforma el dolor en placer y las situaciones dolorosas en finales felices. También utilizan el juego como dominio de la ansiedad, dominio de miedos instintivos y peligros internos, estimulando el interés por el mundo externo.






Según Anna Freud, el juego comienza como una actividad que le produce al niño placer erótico, y que compromete la boca, los dedos, la visión toda su piel. Así los objetos pueden ser acariciados y a veces maltratados. Al ser inanimados no devuelven la agresión y el niño se siente libre de expresar toda su ambivalencia hacia ellos. Lo observo cuando arrojan los muñecos o tiran los bloques después de haber formado la torre.
Cuando usan los juguetes para vaciar-llenar, abrir-cerrar, encastrar, revolver, etc. El interés en estas actividades constituye un desplazamiento del interés en los orificios corporales y sus funciones.
Los juguetes movibles satisfacen el placer de la motricidad.
Los materiales de construcción permiten expresar las tendencias ambivalentes de construir-destruir, propias de la fase sádico-anal.
El placer en el logro queda conectado directamente con el elogio brindado por el adulto. Sólo cuando el niño ha podido internalizar las fuentes externas de regulación de su autoestima puede experimentar el placer por el producto obtenido. Esto lo observo



siempre en Sofía porque al festejarle sus logros, aplaudimos a la vez y ella se siente realizada.



Según Winnicott, la confianza en la madre permite al niño gozar de experiencias basadas en una unión de la omnipotencia de los procesos psíquicos y su dominio de lo real (manipulación de objetos, etc.)
El juego es un estado de alejamiento donde el niño usa objetos o fenómenos de la realidad externa al servivio de la realidad interna, los manipula en función de sus sueños.



Según Erikson, el juego es una función del Yo que expresa un intento de sincronizar los procesos corporales y sociales en el sí mismo. Enfatiza la necesidad yoica de dominar las diferentes áreas de la vida, sobre todo aquellas en las que el niño percibe que su si mismo, su cuerpo y su rol social son incompletos y están rezagados.




Propone la teoría que el juego del niño es la forma infantil de la capacidad humana para manejar la experiencia por medio de la creación de situaciones modelo y también para dominar la realidad por medio del experimento y del planeamiento.
Considera el juego como un medio de revelar la forma en que el niño experimenta y estructura su mundo y funciona dentro de él; asimismo, le otorga valor como elemento de uso terapéutico.


Según Vigotsky, el niño es un ser social, inmerso en intercambios sociales que guían el desarrollo de los procesos cognitivos. E contacto social rico y complejo del niño conduce a un desarrollo temprano de los medios de relación social. Esta guía social ayuda a los niños en el aprendizaje de la comunicación, la planificación y el recuerdo deliberado desde los primeros años de vida. Proporciona la oportunidad de participar más allá de sus destrezas y de interiorizar las actividades que practican socialmente, adquiriendo capacidades que les permitirán resolver problemas por sí mismos.
La capacidad de conocer por uno mismo se origina en un proceso de interacción entre el mismo niño y otros individuos humanos más maduros, que poseen un entendimiento mayor. Además esta comprensión compartida está inmersa en un modo de conceptualizar el mundo en términos espaciales y temporales.


Ontogenia del juego

La mayoría de los autores coinciden en cuanto a la evolución del juego en las distintas edades a pesar de que parten de enfoques diferentes. Algunos señalan la importancia de las adquisiciones psicomotrices, adaptativas, lingüísticas y personal-sociales, mientras que otros, desde la teoría psicoanalítica, privilegian el desarrollo psicosexual, o sea, la sucesión temporal de la libido caracterizada por la primacía de una zona erógena y un modo particular de relación con el mundo.
En el curso del segundo año de vida, se enriquece el aspecto intelectual del juego. El niño se entretiene introduciendo objetos en las cajas, sacando tapas y corchos, a veces intentando desatornillarlos. Hace garabatos muy torpes, trazos verticales más o menos confusos que constituyen un trazado amorfo, sin ningún parecido a lo real. Posteriormente logra trazos horizontales y más tarde oblicuos. Luego hará movimientos de rotación, redondeles y espirales; pero por el momento el dibujo se encuentra en una fase puramente motriz ( Sofía).



En este periodo se dan elecciones muy significativas de juguetes: el tambor, el globo, la pelota. De igual modo, el niño siente placer en jugar con arena, agua y tierra, elementos que simbólicamente representan las heces y la orina. Indicio de que espera y necesita la enseñanza del control de esfínteres, es decir, la capacidad de entregar a voluntad los contenidos de su cuerpo, como le pasa a mi querida Sofi.
El niño que juega investiga y necesita para ello de un ámbito propio del que se sienta dueño.
Alrededor de los tres años, la nena y el varón se sienten empujados a experiencias genitales a las subliman a través del juego, representando sus fantasías de la vida amorosa de sus padres y de ellos mismos, el nacimiento del hijo, las actividades de masturbación.
El juego con muñecas y animales satisface sus necesidades de paternidad y maternidad.
Resulta más placentero para un niño volver a ver un juguete que ha sido arreglado que recibir uno nuevo.
El niño que juega bien, tranquilo, con imaginación, nos da la garantía de salud mental.



Su vida mental está poblada de imágenes que lo apaciguan y lo inquietan. Necesita conservar ambas, recuperarlas, revivirlas, rehacer la angustia que le provocan. La imagen es fugitiva y el dibujo es capaz de retenerla, es una nueva forma de luchar contra la angustia de pérdida. También la imagen entra por otro camino: el libro.


Apreciación personal

Este trabajo al igual que el anterior me pareció muy interesante y enriquecedor como futura psicopedagoga, porque me servirá para la evaluación y conocimiento de futuros niños a cargo. Cuando uno puede leer sobre el tema y luego con ese material interiorizado, observar diferentes tipos de juegos en los niños, puede llegar a la comprensión del porqué del juego y su importancia en las distintas áreas de formación que integran el ser humano.
Recaudé gracias a este trabajo la siguiente información:
Los niños juegan por placer, gustan de la aventura física y de las experiencias emocionales que los juegos suelen proporcionarles.
Es una expresión de la agresividad, porque ellos traducen en acción las rabias o resentimientos desencadenados por experiencias frustrantes. Sintiéndose en una


situación que dominan (ya que el ambiente lúdico es creado por ellos) en donde no hay peligro de retribución del odio y de la agresión, experimentan tales sentimientos con naturalidad: pueden pelear con la muñeca, pegarle, ponerla en penitencia y amenazarla, sin temor a censuras o represalias.
Dominan la ansiedad. Sus miedos e incertidumbres, su perplejidad ante la vida, son espontáneamente explorados en los juegos libres, que sólo por causa de esto ya merecerían ser fomentados. Como los niños viven en un mundo lleno de restricciones, de cosas que no comprenden y que muchas veces les inspiran temor, recurren a la actividad lúdica para conseguir cierto control sobre tales situaciones. Y cuando la ansiedad crece en demasía, surge la tendencia a una repetición interminable a cierto juego, aparecen las actividades lúdicas hechas como bajo compulsión, se observa la búsqueda exagerada de los placeres ligados al juego….”fulanito no para un segundo”…..”Hace una después de otra”….
Obtienen experiencia, así como la personalidad del adulto se desarrolla por intermedio de sus experiencias de vida, así también la del niño se expande por medio de los juegos que inventa y de los que aprende con los otros niños y con los adultos.
Es preciso no sólo ayudarlo a mantener viva su imaginación y su poder de creación, sino también ampliarle el campo de experiencias, enseñándole los juegos y juguetes tradicionales de la cultura a que pertenece.
Establecimiento de contactos sociales. Durante el recreo, si es que va al jardín, es cuando hace amistades, o con los niños vecinos, descubre los derechos ajenos y el límite de los propios, en suma, comienza a aprender a vivir en grupo y mejora el lenguaje.
Integración de la personalidad, tal como las formas del arte y las prácticas religiosas, los juegos tienden a la unificación de la personalidad, a su integración general. En la actividad lúdica el niño establece una relación entre el funcionamiento de su cuerpo y su vida interior, entre los movimientos físicos y las ideas y sentimientos, por ello es tan importante el dejarlos jugar libremente.
La comunicación con los demás, en la actividad lúdica constituye un lenguaje natural que el niño utiliza para descargar lo que en él ocurre, para revelarse ante los que lo rodean. Observarlos mientras juegan a fin de entenderlos mejor y notar los posibles problemas de comportamiento que cada uno pueda presentar.
Para alcanzar un dominio del mundo que lo rodea, el niño necesita tiempo y lugar para investigarlo. Es importante dejarlo que riegue una plantita, que meta los dedos en una masa, que revuelva un cajón, que se moje los pies en un charquito, que se unte la cara con crema, que sienta el gusto de las cosas y que acaricie algún animal.



Es una manera de ayudar al niño a que crezca en observación, imaginación y en espíritu crítico, auxiliándolo para que obtenga conocimientos sobre el medio, los acumule y les dé una cierta organización.

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